La vida, Es va y se expresa en cada momento. Constantemente, perfectamente. Cuando la comprendes y la aceptas y vas con ella, a su ritmo viviendo desde lo que la vida te da y te ha constituido como tal ser viviente, como persona y la vives tal como quiere y debe expresarse en ti, hay armonía, hay paz, hay satisfacción, hay felicidad y por consiguiente no hay quejas, no hay desilusiones, no hay depresiones ni tristezas ni decaimientos.
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