En este mundo hay muy pocas parejas que se unen por amor, porque la mayoría hace poco caso al interior. La gran mayoría lo hace por necesidad o conveniencia material o afectiva, o atracción sexual y sólo una pequeña parte se une en función de las necesidades espirituales.
Pero también existen seres más avanzados, que aún son minoría y han eliminado gran parte del egoísmo y son más consecuentes con sus sentimientos y sus uniones se dan por amor, porque los espíritus afines se reconocen inequívocamente tienen plena conciencia que la satisfacción de ningún anhelo material les puede hacer más felices que el sentimiento mutuo que experimentan cuando están juntos y unidos por un lazo que sólo el amor puede forjar.
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