domingo, 29 de abril de 2012

Demostrando y expresando la vida que no se quiere



El verdadero ideal de nuestra vida está  siendo no el que pensamos que es lo que queremos que sea, sino el que demostramos y expresamos con nuestros actos, con nuestras aspiraciones, con nuestras penas, con nuestros deseos, con nuestros enojos, con nuestros decaimientos y depresiones, con nuestras alegrías, con nuestros desasosiegos, con nuestras simpatías y antipatías, con nuestros desvelos, con nuestros intereses en cada cosa y en cada momento, con  nuestros insomnios, con nuestra paciencia e impaciencia, con nuestra ira, en nuestras reacciones más o menos automáticas, con todo nuestro actuar en cada momento y en cada situación.

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